miércoles, 18 de enero de 2012

Crítica: War Horse


Ya estamos a 1 semana de que se sepan las nominaciones al Oscar. ¿Tienen sus apuestas? ¿Quienes creen que finalmente lo logren? ¿Quién se quedará fuera? Tantas preguntas aún no tienen respuesta, pero pronto la tendrán: se nos viene la gran noche del Cine Hollywoodense.

El Argumento: Copiado de por allí, dice "Basada en la novela de Michael Morpurgo, nos contará la extraordinaria historia de amistad que surge entre el joven Albert y un caballo llamado Joey, separándose sus caminos a causa de la Primera Guerra Mundial. Joey será testigo de un extraordinario periodo de la Historia con la Gran Guerra de trasfondo. A pesar de los obstáculos que encuentra en su camino, su coraje será fuente de inspiración para todos los que..."

Visión General: Tienen razón lo que decían muchos cinéfilos: es una película cuyo único propósito parece intentar conmover, es descarada en su historia que se plantea lacrimógena, y las escenas se presentan para intentar causar la mayor emoción posible. Y es cierto que despiertan alguna emoción, pero tanto descaro acaba haciendo que la película nunca llegue realmente a ese punto en que te cautiva completamente, nunca te hace realmente llorar de emoción o desear fervientemente el final feliz: desde el principio sabes del final feliz, es predecible. Hay veces en que lo peor es intentar demasiado, porque acabas echando a perder lo que, a primera vista, podría ser una gran historia.

Las actuaciones: Un gran reparto, encabezado por un caballo, presenta su principal problema en lo poco que se desarrollan los personajes, lo que los lleva a ser meros estereotipos.. El protagonista humano, Jeremy Irvine, es solo un muchacho, tonto y sin carisma. Su familia no hace nada en realidad, un matrimonio que hemos visto de mil formas. Los militares, todos ellos, solamente llenan la historia sin aportar nada: el bueno, el malo, el inocente, es todo lo que vemos. El mejor personaje humano resulta Celine Buckens, interpreta a Emilie, la niña que encuentra a los caballos a mitad de la película. Es lo mejor, pero es no decir mucho. Los caballos les ganan a todos, los únicos que despiertan alguna emoción, irónico pues no están propiamente actuando.

El guión: Como ya dije, un guión predecible que intenta jugar con las emociones sin lograrlo; intenta abarcar tanto que acaba sin contar nada. Y el hecho de que Spielberg se halla asegurado de armar sus escenas de aquella forma tan "sentimental" no hace sino empeorar el conjunto final.

Lo técnico: Sin embargo, hay que decirlo, esta película se salva por su apartado técnico. La dirección artística es magnifica, los vestuarios cuidados al detalle, los efectos realistas, el sonido bien cuidado, la banda sonora adecuada y la fotografía trabajada. Todo es perfecto para dar una gran película, que cae por los errores de su director. Al menos los técnicos se aseguraron de hacer su trabajo bien...

Conclusión: No vallan a pensar que la película es mala, porque tampoco es una porquería. Pero si esperan una gran obra (lo que yo esperaba al hablar de Spielberg) se desilusionaran mucho. Prometía más, y ahora solo se quedo en una película para ver en tardes de domingo, una que nunca llega a dar nada de lo que promete.

Calificación final: 6.5 (Decente, pero Tonta)

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