jueves, 7 de abril de 2011

Crítica: Blue Valentine

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Tardé en verla, pero bueno. Ahora que tengo a Portman, Benning, Lawrance y Williams vista, creo que puedo decidir a quien votar. Sinceramente, creo que sería dificil elegir entre el cisne negro, la peleadora del invierno y la doncella del triste valentin. ¿En serio era Benning la gran sorpresa a suceder? Su papel, vuelvo a decir, nada extraordinario. Jaja.

El argumento: La clásica historia atípica de amor, vendita sea la contradicción. Mi Triste San Valentín es un drama romántico pero trágico que nos cuenta el comienzo y el enamoramiento de una pareja siguiendo la tónica del cuento de hadas estadounidense, dejando un final dulce y embriagador que siempre se presenta. Pero paralelalemente nos dejan un golpe de gris realidad al ir avanzando en el camino de la desesperación, el desamor y los dolores acumulados en los años hasta llegar el punto en que la relación colapsa bajo su propio peso.

La visión general: Esperaba mucho y poco de esta pelicula. De cierta forma cumple. Es una historia de amor muy hermosa, llena de sentimientos. Pero tambien muestra la realidad, todo el dolor que encontramos en el amor. Quizás demasiado real, pero ese es el camino que el cine independiente está trazando: buscar un poco de respiro entre los mundos de fantasía del cine. Y eso es el gran punto de Blue Valentine: esa realidad rota que nos muestra, pero tambien lo dulce y perfecto que significa el primer amor verdadero.

Las actuaciones: Nunca antes había escuchado, y mucho menos ver actuar, a Michelle Williams y Ryan Gosling; pero sin duda tendré que tenerlos más en cuenta ahora. Hablando de su rendimiento en el filme, fue casi perfecto. Williams queda extraordinaria, aunque en momentos un poco retaída. Mientrás tanto, Gosling hace lo que puede, dejando una actuación que resulta memorable sin llegar a lo extraordinario. Aún así, ambos merecían la nominación al Oscar (en lugar de Jeff Bridges, por ejemplo). El cine independiente muestra una vez más la fuerza de sus actores.

El guión: Muy bien montado, casi pefectamente trabajado. Es el guion y el montaje lo que logran darle al filme ese sentimiento de eternidad. Aunque un poco apresurado a veces, monta de forma sublime las situaciones y logra cautivar. Como un libro sería perfecto y romántico, como pelicula resulta interesante y emotiva. Aunque hay cosas que no cuadran, la doble historia contada permite revelar mucho y nada a lo largo de los segundos.

Lo ténico: Si algo tiene esta pelicula es que el guión, el montaje y las actuaciones son increbles. Tanto que me hicieron emocionarme y despegarme de todo lo demás, y dejar de ver el detrás. Seguro que algunos escenarios son interesantes, seguro que muchas partes tenían hermosa música, seguro que incluso algo de maquillaje ayudo, pero personalmente me vi envuelto en los personajes y dejé de ver todo lo demás.

La conclusión: La acabo de ver hace como 5 minutos, y realmente es muy buena. No en el cine, en mi casa, pero aún así me impacto, me emocionó y me cautivo, lo que no deja de ser mucho más dificil. Un cine mejor está naciendo en la industria independiente, más real, más perfecto. Triste San Valentín está allí, dejando su punto en la historia del cine que, sin ser trasendental, no resulta olvidable. Es triste una historia de amor, pero tan real que no puedes evitar identificarte. Posdata: Demasiadas escenas de amor. Está bien que quieran ser reales, pero es que se pierde el romance, la ilusión, el dolor y la tristeza entre el sexo. Sin ello, posiblemente hubiera sido un poco más poética.

Calificación final: 8.0 (Buena)

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