Creo que es muy bueno cuando vas sin ninguna expectativa, y sin embargo te encuentras con una película buena, conmovedora, interesante. Me ha pasado varias veces ya este año con X-Men: La primera Clase, con Bridemaids, por poner unos ejemplos... Y ahora me vuelve a pasar con The Help. Me alegro.
El argumento: Skeeter Phelan es una joven escritora que, atrapada en una sociedad racista de mediados del siglo XX, tendrá que encontrar su inspiración. En medio de los problemas banales de las jóvenes acomodadas del barrio, emprenderá una lucha en que enfrentará sus ideales y principios en un intento desesperado por ayudar a aquellas que nadie ve: las sirvientas que, resignadas, cargan con los oscuros secretos de las casas a las que sirven.
La visión general: Una película bastante entretenida, una dramedy de verano ligera y refrescante a la vez que cautivadora. Su forma de contar la historia me gustó especialmente, sobre todo el contar los diferentes puntos de vista. Las historias de las sirvientas, por momentos banales, también ofrecen relatos conmovedores. (Casi) Todos los personajes, protagonistas y secundarios, están muy bien construidos.
Las actuaciones: Creo que tiene uno de los mejores repartos del año, sin duda alguna merecería perfectamente la nominación, y el premio, SAG a mejor reparto. Comencemos por las protagonistas. Emma Stone está cada vez creciendo más como actriz, y demostrando que puede enfrentar cualquier reto cinematográfico; su Skeeter es divertida, inteligente, decidida. Luego tenemos a Viola Davis, quizá incluso más protagonista que Stone; un papel bien trabajado, muy buena actuación, aunque no se si altura del Oscar. Lo que más remarco son aquellas escenas con la niña que cuida, siempre conmovedoras. Octavia Spencer sorprende gratamente, entregando el personaje más interesante de la película, y también el más divertido; esa escena en que le hace "comer su mierda" a su antigua empleadora es épica. Las dos sirvientas son las que le dan alma a la película. Y la villana interpretada por Bryce Dallas Howard es simplemente perfecto para la película: racista, despreciable, perfeccionista e, perdón que lo diga, tonta. Mención merecen también quien interpreta a la madre de esta, Sissy Spacek en un papel secundario para el recuerdo ("Hay dos cosas que no olvidaré. Que mi hija me abandonó en un asilo para que muera, y que se comió la mierda de Minny); así como Jessica Chastain (con su tonta pero adorable Celia) y la propia madre de Skeeter, Allison Janney.
El guión: Muy bueno, aunque quizás no demasiado. Las historias están bien tramadas, y saben perfectamente describir a los diferentes personajes que nos ofrece la obra... Pero en todo momento se siente que algo falta allí, y por momentos parecen desaprovechar las mejores oportunidades que tiene la historia. Esos si, los momentos más conmovedores, y algunas escenas increíblemente graciosas, le dan muchos puntos al guión.
Lo técnico: La ambientación es simplemente perfecta, dirección artística, maquillaje y vestuario se combinan para dar esa eterna sensación de recuerdo. Creo que al menos en vestuario merecerían una nominación al Oscar, pues en Dirección Artística hay demasiada competencia este año (para mí). Aún así, bien hecho.
La conclusión: Se extrañan algunas veces películas como estas, películas sencillas, que combinan drama y comedia, y que no se sostienen en grandes efectos ni costosos escenarios sino en historias y en personajes reales y bien trabajados con los que el espectador puede identificarse, con los que se puede reir y llorar.
Califación final: 8.0 (Buena)
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