Antes de empezar la crítica quiero decir algo que me viene rondando la cabeza desde hace varios días, y realmente me lo quiero sacar: ¡Qué demonios hacen Marisa Tomei y Kevin Bacon en el póster de la película! Por Dios, eso solo se puede llamar querer meter más nombres famosos a lo vil para intentar atraer público, porque cada uno aparece en como 2 o 3 escenas, y perfectamente podrías quitarlos sin que se alterara la historia (especialmente al tal Bacon). Listo, lo dije, podemos continuar.
El argumento: Esta película nos cuenta tres historias entrelazadas. Primero, como máxima protagonista, está la relación en decadencia del matrimonio Weaver, que hace lo que puede para intentar salvar su relación. Segundo, tenemos la historia del hijo de ambos, Robbie, un chico de 13 que esta enamorado de su niñera, que a la vez se enamora del padre de él. Y finalmente tenemos a Jacob Palmer, un joven mujeriego que el sr. Weaver conoce en el bar al que va a desahogar sus penas, y que finalmente parece decidido a sentar cabeza con una joven, Hannah, sin saber la sorpresa que le espera al conocer a la familia de ella. 3 historias de amor, de loco, estúpido, divertido, incoherente, ilógico, extraño, bizarro, perfecto... amor.
La visión general: Esta película resulto mucho más dramática de lo que podría haber esperado originalmente, y verdaderamente eso me encanta. Aún así, está llena de momentos y frases cómicas, algunas de las cuales aún tengo grabadas en la mente ("te amo aún cuando entraste a mi cuarto y yo estaba bajo la sabana..."). Los personajes está muy bien trabajados, y muy bien actuados por un elenco a la altura de la historia, la cual avanza de forma natural hasta desembocar en una de las escenas más divertidas del año, con todo el reparto al completo (quitando a Tomei) se dan cita en el patio de los Weaver y acaban, finalmente, soltando todo lo que tienen presionándoles el pecho. Por cierto, y va SPOILER, que Hannah resultada una Weaver, aunque un poco forzado dentro de la historia, resulta increíblemente hilarante; especialmente mientras más y más avanza la escena, FIN DE SPOILER. El final, hay que decirlo, igualmente se siente un poco forzado, sobre todo la resolución del los padres. Y ya para acabar, son el hijo y la niñera los que se roban, finalmente, el show.
Las actuaciones: Estamos ante un reparto bastante coral. Empecemos poco a poco. Steve Carrell, que es un actor que no me gusta mucho que digamos, aquí cae bien, convence, aunque por momentos el guión contradiga si quiere recuperarla o quiere acabar de una vez con el matrimonio. Julianne Moore tampoco es de mis preferidas, pero está a la altura de la historia, y de entre los adultos es el personaje que más logra conmoverte, y el que más transmite en sus miradas. Ryan Gosling está en un papel demasiado plano; cumple, pero desperdicia el potencial que tiene el actor. Emma Stone sale tan poco que es ridículo, y es el personaje más contradictorio y poco desarrollado del conjunto. Luego Kevin Bacon, como dije, sale sobrando, y ninguna de sus escenas me dio risa (o al menos, no fue el quien me la dio). Marisa Tomei igualmente no hace gran cosa, pero cada vez que se aparece de una escena para el recuerdo, por lo que se perdona. Y al final deje al joven Jonah Bobo y a la modelo, ahora actriz, Analeigh Tipton: ambos, como he comentado, se roban el show para mí. Son divertidos, personajes interesantes, complicados, tiernos... y ellos nos los venden a pesar de ciertas incongruencias. Y hace que nos creamos el amor, y la desesperación, y la locura, y los celos, y la tristeza; y a pesar de todo, nos convencen de ese final de cuento de hadas.
El guión: Que la historia este tan bien desarrollada y los personajes tan bien definidos cae bastante en el buen trabajo del guionista, que sabe sin duda como llevar a cabo una comedia diferente, divertida, y que nos mantenga entretenidos e interesados todas las 2 horas de duración de la película. A pesar de unas escenas medias raras, merece un aplauso este guión.
La conclusión: La mayoría de las comedias actuales se sustentan en un reparto efectivista (Just go with it, por poner un ejemplo que me viene a la menta ahora) para elaborar comedias decentes que agradan al espectador. Pero otras no se quedan allí, y también trabajan más allá la historia y los personajes para hacerlos profundos. Eso es lo que opta por hacer Crazy Stupid Love. Aunque no tenga una nota mucho más alta que la mencionada antes, por el momento, puedo decir que me gusto mucho más.
Calificación: 8.0 (Buena)
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