Crítica: Más Allá de la Vida

Ya estoy contando los días, los minutos, los segundos. Ya estoy nada más esperando que de el último toque y acabe el sufrimiento. Ya casi, ya casi. Las vacaciones están a la vuelta de la esquina, y con ellas llegan las comedias veraniegas cinéfilas (Horribles Bosses, por decir algo) y seriéfilas (The Big C, Drop Dead Diva), así como los grandes estrenos taquilleros cinematográficos (Harry Potter, Transformers) y los romances perdidos (One Day). Es el tiempo de ponerse al corriente con cosas atrasadas, de ver series que queremos ver pero no hay tiempo (Breaking Bad, Harry's Law, Mad Men, Boardwalk Empire). Si, el hermoso verano ya casi está.

El argumento: Esta pelicula habla de la muerte, de aquella cosa que llamamos más allá, paraiso, infierno. La historia nos transporta a tres líneas paralelas, que nos dejan entrever como la muerte cambia las vidas. Una reportera francesa que ve su carrera colapsar y su amor desvanecerse mientras lidia con el trauma de vivir en carne y hueso el tsunami del 2004. Un niño, de madre drogadicta, que ve su mundo derrumbarse al morir su hermano gemelo. Y, por último, un hombre... (Así acaba tambien la reseña del cine, y me gustó como se escucha).

La visión general: Esta película me llamó la atención simplemente por el cartel. Jamás vi trailers, y hasta ayer nunca leí una reseña, una crítica o siquiera su argumento. Pero había algo atrayente en el título, algo en esa mirada, en esa luz... Finalmente la ví, y debo decir que resulto aún mejor de lo que esperaba. Hereafter es un filme conmovedor, que relata de forma real la muerte, o lo más real que se puede cuando la acción se desarrolla alrededor de un joven que puede contactar con los muertos. Lleno de emociones, y con un guión mejor escrito de lo que esperaba, Eastwood demuestra, una vez más, que aún a su edad sabe hacer películas extraordinarias.

Las actuaciones: Matt Damon está correcto, bien, decente, pero no logra llenas completo el papel, y en todo momento se ve opacado por sus coestrellas. La belga Cécile de France está muy creible, esas miradas, esas palabras, esas dudas que en toda la película la socorren se sienten, te hacen que tu también te preguntes que pasó, y por qué tuvo que pasar. Pero sin embargo los aplausos van para los pequeños Frankie y George McLaren, los niños gemelos de la película. Con el papel más crudo de todos los protagonistas, lleno de dolor y sufrimiento, con una madre drogadicta (por cierto, tambien bien actuada por Lyndsey Marshal), ellos son los que dan los momentos más dramáticos, melancólicos y tiernos de toda la película. Protagonizan la única escena de todo el metraje que verdaderamente te hace llorar.

El guión: Peter Morgan hace un gran trabajo con esta historia, la llena de humanidad que no parecía tener. Basicamente todas las líneas argumentativas están bien echas, bien explicadas, y con un mejor protagonista podrían ser obras maestras. El único pero es que el final, después de una película memorable, se hace flojo como ninguno, tan flojo que prefiero olvidarlo y darle yo mi propia continuación.

Lo técnico: Hereafter fue nominada al oscar de mejores efectos visuales, pero irónicamente considero que es el aspecto técnico en el que más falla. El tsunami se ve por momentos espectacular, cautivante, terrorifico, pero por otros casi parece falso. La dirección artística está bien, aunque usan en su mayoría lugares que ya existen (creo). Eso si, el paisaje destruido en Asia te deja la boca abierta. La música me gusto, y el sonido cumple perfecto su cometido. A destacar, por último, las escenas del más allá. Falsas, pero a la vez muy reales.

La conclusión: Más allá de la vida está más allá de las películas comerciales y de ciencia ficción que acostumbramos a ver. Por una vez el director (el gran Clint) sabe que tan importante como son los efectos y los espectacular en la película, son los actores, las historias, los sentimientos que logran cautivar al espectador. Rara vez se ve que se convinen, de forma tan natural, la tristeza, la humanidad, con la fantasía. Solo si, mejor quito el final, o me arruina el buen humor que tengo.

Calificación final: 9.0 (Excelente)