Crítica: X Men. Fist Class

Esta semana mis maestros finalmente se volvieron locos. Se van, regresan, y nos hacen esperarlos 2 horas para calificarnos un trabajo todo horrible, aburrido y que no debió pedir. Por eso es que no he estado subiendo nada. ¿La buena noticia? Que ya 2 semanas de examenes y acabo el año. Y entonces un verano de peliculas y series que tengo pendientes. Y seré feliz.

El argumento: ¿Alguna vez te haz preguntado por qué el Profesor X y Magneto son enemigos? ¿O como quedo el profesor en silla de ruedas? ¿O como comenzó la escuela de los X-Men? ¿De donde salió Mistique o Angel o todos los demás? ¿Cómo comenzó la lucha eterna por integrarse o acabar con todo? Bueno, es el trabajo de esta pelicula aclararlo, transportandonos a los años de la guerra fría y la crisis de los misiles mientras vamos descubriendo todo lo similares y todo lo diferentes que resultan aquellos dos que, un día, se llegaron a llamar mejores amigos.

La visión general: Debo admitir que nunca he sido un gran fan ni de la franquisia X-men ni del cine de superheroes. Por lo que desde el principio tenía pocas expectativas sobre lo que podría pasar en esta precuela. Así que fui a verla con unos amigos, viejos amigos que no veía en años, pensando que al menos así podría entretenerme platicando si la película resultaba muy mala. Pero me tragué mis palabras, porque aunque Fist Class no es una obra maestra si resulta un relato mucho más maduro y emotivo que anteriores Xmen, y sabe reflejar muy bien lo que significa la adolescencia, el sentirse (o ser) diferente y lo que es vivir en un mundo que se está desmoronando. En resumen, esta película resulta una gran opción para ver, porque te muestra algo más profundo, pero en todo caso siento que resulta mejor para adolescentes y adultos que para niños o pubertos.

Las actuaciones: Michael Fassbender, aka Magneto, resulta a mi gusto demasiado frío, casi monótono. Prefiero a James McAvoy, que resulta un poco más maduro y refinado. Pero igual, ninguno da una gran, o buena, actuación, y dejan que los secundarios lo sobrepasen. El villano es perfectamente interpretado por Kevin Baco, un ser melodramático y retorcido con un extraño gusto por el sufrimiento. Pero si alguien destaca, para mi, es Lawrence, que logra transmitir ese amor, esa esperanza, esa angustia. Pero fuera de eso, todo demasiado ordinario y olvidable.

El guión: Sinceramente está bien, y tiene algunas escenas para guardar en el recuerdo, pero simplemente queda atrás en una película en que, en todo caso, lo importante son los efectos. Aún así, debo reiterar, es un relato más maduro y mejor trabajado de lo que esperaba, y sobre todo en el caso de Mistique hace un extraordinario trabajo con el transfondo, los sentimientos y los diálogos que da. ¿El punto más débil del guión? La debil linea histórica de Emma Frost.

Lo técnico: Hay algo que siempre se espera de este tipo de películas, y es un gran apartado técnico. Aquí cumplen, pero no dan todo lo que pueden dar, lo que se ha visto que pueden dar. Algunos efectos, sobre todo Emma Frost, se ven muy ficticios, mal hechos, artificiales. Lo mismo pasa con Mistique o Bestia, como si fueran casi una caricatura. Aún así, el sonido, la camara, los explosivos, logran emocionar. Y ciertos escenarios, como el submarino de los malos, son muy buenos.

La conclusión: Me gusta. Tan simple como eso. Me gusta la historia, me gustan los personajes, y me gusta la puesta en escena. No me cautiva, no me encanta, no me emociona, pero me gusta. No es una obra maestra, pero cumple con lo prometido y, en mi caso particular, supera las expectativas. Y con eso basta. El cine de superheroes demuestra que, más allá de Nolan, aún puede dar obras que valgan la pena.

Calificación: 7.5 (Entre Decente y Buena)