sábado, 10 de marzo de 2018

Películas de la Semana.

Tiene años que no publico una crítica. Tiene años que no tengo el tiempo de escribir a detalle sobre las películas que veo. Intentaré algo nuevo. Minicríticas. Semanales. Todas juntas. A ver que tal.


BLACK PANTHER (USA, 2018)

Seamos honestos. Black Panther es una típica película de Marvel. Entretenida, palomera, y en muchos casos olvidable. Sigue al pie de la letra la fórmula: el héroe con el pasado "trágico", el villano secundario del primer acto, la muerte del mentor, la "derrota" del héroe a media película, el villano con poderes y motivaciones paralelas al protagonista, el "secreto oscuro" del mentor que sirve de origin story para el villano. Black Panther no juega con la fórmula ni requiere hacerlo. Marvel funciona en parte porque es predecible, y el estudio lo sabe bien. No lo repares si no esta roto y todo eso, por más que en la película hablen y hablen de la necesidad de progreso.
Si Black Phanter tiene algo sobre la mayoría de las obras de Marvel es un mejor villano, pero aún así no pueden evitar arruinarlo, solo un poco, durante el último acto. Su reparto secundario es también muy bueno, pero no es superior a lo que la productora nos tiene acostumbrados. Chadwick Boseman es el protagonista menos interesante desde las primeras 2 películas de Thor. (Nota aparte, que bueno ver otra vez a Lupita Nyong'o).
Visualmente, Black Panther es impresionante, aunque nuevamente los efectos visuales se ven sorprendentemente falsos, especialmente los animales. El vestuario y el diseño de producción son magníficos.
Ahora, la crítica (especialmente estadounidense) ha encumbrado rápidamente la película, pero parece que por los motivos equivocados. Siempre es buena la diversidad, y se aplaude finalmente tener un superhéroe no blanco en el Marvel Cinematic Universe, pero la diversidad no hace una película mejor o peor que otra solo por ser diversa. Black Phanter es una película más de los blockbuster del año, y no se atreve a jugar lo suficiente para realmente explotar. Es buena, está bien hecha como todo lo que hace Marvel últimamente. Pero sin lo divertido de Homecoming o Ironman, lo sicodélico de Ragnarok o Guardians, o el desarrollo de personajes de Civil War o Winter Soldier, solamente le queda jugar la carta de la raza.

Calificación: 7.00



I CAN SPEAK (COREA DEL SUR, 2017)

Está película me sorprendió mucho. Comenzando como una típica película de dos opuestos entablando una relación de amistad (en este caso, una anciana huraña y un joven servidor público que se ve forzado enseñarle a hablar en ingles), poco a poco va evolucionando hasta un complejo relato de relaciones, miedos y arrepentimientos, todo a través de un cristal de honestidad. Cierto, puede llegar a ser un poco "en la cara" (especialmente su desenlace), pero eso no le quita las bondades de un cuento pequeño pero profundamente conmovedor.
La estrella de esta película es indudablemente Na Moon-hee, que se roba la película con una poderosa actuación, de las mejores que he visto en el año. Lee Je-hoon le hace segunda como el joven al que le causa problemas, pero este es realmente el show de ella, como demuestra el desarrollo. Su monólogo final puede ser un poco obvio, y la respuesta conflictiva en muchos aspectos, pero Dios si no lo vende completamente. 
Siempre me gusta cuando encuentro películas por asares del destino. A veces me llevo sorpresas muy buenas cuando me dejo guiar solamente por el póster curioso o la sinopsis interesante de una película que nunca había oído, y de la que nadie me había hablado. En este caso, I Can Speak es una película humana, calmada y callada, pero que sabe ir por las emociones y construir escenas que te mueven y te conmueven. No es un estilo para todos, y algunas subtramas de sentimientos antinipones pueden tirar para atrás a más de uno, pero prefiero ver sus bondades. Y, nuevamente, la gran actuación de su protagonista.

Calificación: 8.00



THE SHAPE OF WATER (USA, 2017)

La flamante ganadora de mejor película. Honestamente, me sorprendió que ganara. No porque no lo mereciera (hablamos de eso después) pero porque perdió varios premios de la industria, no estuvo en el SAG (a pesar de que, a diferencia de La La Land, si tenía un fuerte reparto) y parecía demasiado divisoria para funcionar en un sistema de voto preferencial. Pero ganó, y ganadora se queda.
Guillermo del Toro, un director predilecto del que escribe a pesar de la inconsistencia de su filmografía, logra en The Shape of Water su mayor logro. Es una obra hermosa visualmente, pero también emotiva, con personajes bien construidos (si bien no tremendamente complejos) y un discurso político claro si obvio.
El reparto, como dije, es bueno. Mucho. La maravillosa Sally Hawkins hace una actuación para el recuerdo, casi completamente construida en lenguaje corporal, lo que es endiabladamente difícil. Segunda le hacen Michael Shannon, siempre bueno en el papel de villano; Richard Jenkins, tierno como el solo; Michael Stuhlbarg, al que prefiero aquí antes que en Call me by your name; Octavia Spencer, que demuestra porque es de las actrices secundarias más buscadas actualmente; y especialmente Doug Jones, que demuestra en su propia actuación corporal tanto como ella lo hace.
Pero permiso de todos, este es el show de Del Toro. Esta es una película hecha para el lucimiento de su director, y el director estuvo a la altura. Vela por donde la veas, The Shape está perfectamente construida. Es, visualmente, la mejor película del año. Y aunque su guión es débil, seamos honestos, no necesitaba más que eso para que la película fuera excelente.
Y es una película excelente. Quizás no la mejor del año, pero no puedes enojarte cuando, nuevamente y después de años, es CINE, así en mayúsculas, el que se lleva el premio.

Calificación: 9.00

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