domingo, 18 de enero de 2015

Crítica: Birdman (o La Inesperada Virtud de la Ignorancia)


Sigo intentando recuperarme de algunas de las nominaciones al Oscar de este año. Para evitar decir algo de lo que me arrepienta luego, mejor dejo mis comentarios personales para cuando analicemos las categorías principales (este año sí). De mientras, Birdman.

Sinopsis: Un actor, famoso por interpretar a un superhéroe, lucha por montar una obra en Broadway, recuperando su credibilidad artística. En los días previos a la apertura deberá enfrentarse a su ego, intentando reencontrarse con su familia, salvar su carrera y descubrirse a si mismo.

En General... Birdman es una de esas películas que es imposible encasillar dentro de algún género cinematográfico, porque en realidad representa una realidad al completo, una realidad diferente a la nuestra, cierto, pero que abraza todas las contradicciones lógicas y emocionales que supone el simple hecho de habitarla. Birdman, en ese sentido, hace honor a su nombre: sus personajes viven imperfectos, rotos, pero encuentran su esperanza en la ignorancia de sus propias realidades, cegados por demonios que, en muchos casos, se niegan a reconocer, convenciéndose de que no existen.
Birdman es un juego de la vida, una burla de la realidad de ese mundo de fama y fortuna, de falsos artistas y falsas personalidades, aquel mundo que el resto venera como real pero que sus habitantes saben se construye en mentiras y engaños, la mayoría dichos a uno mismo. Otro sentido de su título, Birdman es un reflejo de una existencia en la ignorancia, y disfruta enormemente en obligar a sus actores a verla, y a darse cuenta de la virtud que encontraban en no tener respuestas a sus preguntas. Su protagonista, especialmente, vive en su propia realidad dentro del filme, y es quien mas fuertemente se aferra a esta fantasía incluso cuando la verdad le pega en la cara; el espectador le sabe loco, al igual que sus compañeros en la pantalla, ¿pero cómo podemos juzgar una realidad que vemos, pero no entendemos? ¿cómo entender su locura sin sabernos todos locos? 
Birdman es la película más ambiciosa del año, construida a mil por hora con esa secuencia infinita que te impide analizar nada hasta tener todos los datos, y es por eso que llega el final y no haz aprendido nada, pero tienes tanto en tu mente listo para ser aprendido. El último gran significado de su titulo, la ignorancia que tiene el espectador hacia la película te convierte también en un juguete en las manos del cineasta, que juega con sus personajes para volverlos caricaturas, y juega con el presente para volverlo confuso. Vez la película, abres los ojos, y no puedes evitar anhelar la ignorancia.

Actuaciones: Uno de los repartos más potentes del año, Birdman funciona porque los actores en ella la dejan funcionar, convirtiéndose, aunque sea por un instante, en las personas que el guión apenas comienza a dibujar.
Michael Keaton, en esta parodia de la propia realidad, puede abrazar el papel completamente porque no es más que él mismo en otra vida: un actor decadente, desesperado por aferrarse a cualquier opción de grandeza mientras el público ya le ha olvidado. No por desprestigiar la labor de Keaton, que abraza como suyo el personaje más imperfecto de la trama,  pero el protagonista, irónicamente, es el ser menor dibujado, menos explorado y menos entendido al acabar el metraje, aunque tengo la gran sospecha de que ese era el propósito desde el momento en que las primeras palabras fueron escritas.
Edward Norton es el otro gran protagonista de la película, un actor "metódico" de Broadway, que no sabe sino desprestigiar al prójimo mientras se abraza a si mismo como el gran artista. Es, desde el momento en que se pone en pantalla, el personaje más desagradable de todos, lógico en su locura y en su misión de hacer a todos miserables, hacer que todos le odien aunque sea un poco en una extraña contradicción de pasión. Norton se pierde en la realidad de lo más bajo del mundo del espectáculo, alguien que aparente grandeza en escenario pero que detrás de él se vuelve una sombra que no puede vivir fuera de los reflectores de este.
Naomi Watts abraza también la locura de su personaje, que no puede dejar una relación tóxica, que se atreve a soñar pero que no disfruta del sueño. Es un ser a medias, tanto en su caracterización como en su desarrollo, pero esta a la par de Emma Stone, que como la hija del mìtico Birdman abraza físicamente el personaje, pero cuya voz nunca se aleja de la propia. Rescatable sobre todo lo demás su monologo, crudamente realista.


Guión y Dirección: Iñárritu tiene un estilo bastante visceral, Sus películas se han caracterizado por presentar de forma brutalmente honesta una realidad que, aunque nunca llega a ser la nuestra, nos refleja en el lado más oscuro de la vida. Su trabajo en Birdman, tanto como director como uno de los cuatro co-guionistas, se queda solamente a la puerta de la maestría, demostrando desde el principio de la visión extraordinaria que tiene sobre que película quiere y como debe lograrla. En ese aspecto, creo resulta la dirección más notable del año (al menos de entre las que he visto hasta ahora, solo el mañana sabe si seguirá siendo cierto).

Apartado Técnico: A pesar de contar con un apartado técnico sobresaliente, la mayor cantidad de elogios corresponden, para mi, a la fotografía y al montaje, que trabajan juntos para unir escenas y crear la ilusión de un solo plano secuencia de principio a fin, lo que le da a la película su peculiar sentido de velocidad e inestabilidad. La música, otro aspecto altamente alabado de la película, a mi no me ha parecido tan sobresaliente, sino por momentos ensordecedor y desentonante con la cinta; esa es mi impresión personal, tanto tambor acaba haciendo retumbar mi cabeza.

Escena: Una película como esta brilla mas cuando deja a sus actores trabajar. Así, las escenas que mas recuerdo son los diferentes monólogos que nos entregan los personajes con la cámara enfocada en ellos. Emma Stone tiene su momento más brillante cuando ataca a su padre en la ficción, recordando la facilidad con la que la fama cae y lo intransigentes que todos resultamos. 

Conclusiones:  Birdman es perfecta técnicamente, pero se construye alrededor de la imperfección, lo que le da esa dualidad en su sentimiento que resulta casi contradictorio. No hay respuestas en Birdman, no realmente, solo preguntas mal planteadas y hechos presentados de forma rotunda, una verdad que se envuelve en mentira, una mentira que se alimenta de verdades. La mayor virtud de la película recae en la ignorancia que tienen sus propios personajes en los fallos de sus vidas, eligiendo ignorar, igual que el espectador, las verdades que no le son del agrado.

Lo Mejor: Los múltiples monólogos de sus personajes.
Lo Peor: La falta de crecimiento en sus personajes, especialmente el principal.
Descrita en Corto: Un camino sin rumbo ni destino, pero que interesante camino.

Califación: 9.0

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