viernes, 5 de diciembre de 2014

Recordando Películas: The Rocky Horror Picture Show (1975)


Si tuviera que describir The Rocky Horror Picture Show en pocas palabras, posiblemente diría que es el mayor y más irreverentemente desquiciado espectáculo homosexual del mundo. No creo que estuviera demasiado alejado de la realidad, y realmente te daría una buena idea del concepto general de la película. Pero como tenemos más espacio que esto, empecemos por el principio.

La película empieza haciendo close-up de unos hermosos labios rojos cantando "Science Fiction / Double Feature", un homenaje a todas esas películas "clase B" que con el tiempo han encontrado su público, volviéndose ahora de aquellas que llamamos "de culto". Y desde ese momento creo que sabes lo que te esperas.

Saltando un poco dentro de la película (aunque no lo hagas cuando la veas o te perderás el hilarante "Dammit Janet"), el tono que realmente hace destacar a la película explota por completo cuando entramos a aquella mansión con aspecto de película de terror del cine en blanco y negro. "Time Warp" nos recibe con un baile que, entre los círculos más extraños e incomprendidos del Internet, se ha vuelto un himno absoluto, y que personalmente me encanta por la estética que maneja durante su representación en la película.

Y luego "Sweet Transvestite". Esta canción merece su propio párrafo. Tim Curry no será el mejor actor de su generación, pero en esta película hace una clase de actuación magistral, absolutamente magistral. Y "Sweet Transvestite" es la pieza central de su función, es un showtopper en toda regla, al mismo nivel que "And I Am Telling You" de Dreamgirls o "All That Jazz" de Chicago, le duela a quien le duela. Solo verlo sentado sobre el sillón mientras habla de su obsesión favorita es la cosa más genial (y la más gay) que he visto en mucho tiempo.



Se mantiene como la cosa más genial de la película, pero no la más gay. No se si ese honor le toca a "I Can Make a Man Out of You", a su escena de doble seducción con Brad y Janet (la pareja protagonista, unos simples y planos personajes que realmente no saben en que se meten los pobres), a su discurso mientras introduce su experimento. Siendo honestos, solamente quise decir varias escenas memorables (a las que hay que sumarle el magnifico trabajo vocal de Meat Loaf en "Hot Pattotie, Bless My Soul" o la sensualidad de una apenas empezando Susan Sarandon en "Touch-a, Touch-a, Touch-a, Touch Me" o cada escena del maldito filme), porque el momento homoerótico máximo de esta cinta es el trío de actuaciones al final de la misma, todos vestidos como bailarinas de cabaret, todos acabando en una extraña orgía en la piscina en que todas las combinaciones posibles, y todas las sexualidades posibles, se hacen presentes.

"Rocky Horror" no tiene un buen final, algo apresurado, y su trama está llena de huecos en su lógica y en su linea cronológica que la dejan incompleta e incoherente. ¿A alguien le importa? NO. Porque "Rocky Horror" es más un espectáculo que vive para esa incoherencia, y que abraza completamente la delicada locura y la completa demencia. Es un SHOW como esos que no hacen hoy en día en las películas, porque es ridículo siendo consiente de su ridiculez, y es grande precisamente porque no tiene aires de grandeza. Es magníficamente insignificante, perfectamente imperfecta.

"Rocky Horror" no es para todos, es cierto, pero para aquellos que realmente la saben entender se vuelve inmediatamente el listón con el que medirán todo lo ridículo que encuentren ahora en su vida. Y eso me encanta. ME ENCANTA. Así que dale una oportunidad, quítate tus inhibiciones y salta al estallido de sexualidad de cualquier forma y de cualquier color, hasta que ya no haya vuelta atrás.

And Let's Do The Time Warp Again!!!!!!

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