jueves, 22 de diciembre de 2016

Crítica: A Bride for Rip Van Winkle


A Bride for Rip Van Winkle, escrita y dirigida por Shunji Iwai, es una película extraña, mucho más interesante y compleja de lo que pensaba a primera vista. Lo mejor de ella es como juega constantemente con tus expectativas para crear un relato a igual partes bizarro y cautivador.

En general, A Bride se construye en pequeños momentos, en escenas aparentemente inconexas que acaban dibujando, en primera estancia, la complejidad de sus personajes, y en segundo lugar la historia de los mismos. La impresión que se va creando es de múltiples partes, una historia con un metraje demasiado largo (un minuto corto de las 3 horas en su versión completa) dividido en una multicidad de actos perfectamente demilitados: A Bride es muchas historias pequeñas que hace una más grande, y sin embargo en todo momento parece reusar a entregarse completamente a esta.

Intento explicarme. La historia funciona mejor por partes que como un tono. Su excesivo metraje le permite tomarse el tiempo de construir sus partes con calma y cuidado, lo que farovece a estas como individuos pero acaba irremediablemente debilitando el conjunto: se siente como una serie forzada a estar unida sin cortes mas que como una película pensada para ser vista en corrido.

El punto más débil de la película, para mí, recae finalmente en su protagonista. Hablo aquí del personaje, una Nanami pasiva en extremo que se limita durante todo el metraje a reaccionar a las acciones de otros, y no de la actriz, una Haru Koroki que hace lo que puede bajo las ciscustancias. Sin embargo, también debo delimitar que esta pasividad es necesaria para que la historia funcione: la frustación sobre las acciones, o falta de ellas, de Nanami hacen tan más real y cruel el arco final de la historia. Cocco, la actriz que da vida a la enigmática Mashiro, sale mejor parada en gran parte gracias a un personaje mucho más interesante; nuevamente, esto hace el acto final mejor de lo que sería de cualquier otra forma.

A Bride es una película compleja que abraza su complejidad. Es larga porque decide ser larga, no porque la historia la fuerce. Shunji Iwai hace un esfuerzo conciente en hacia donde dirigir su historia, y la forma en que decide presentarla, y esto queda latente desde el primer momento. A Bride es así imperfecta en todas las formas que el director eligió que lo fuera.

Lo anterior, hay que decirlo, no es perdón de estas imperfecciones. A Bride for Rip Van Winkle es demasiado larga y desconexa. Aunque logra encontrar la grandeza en algunos momentos, especialmente durante la segunda mitad del metraje, también es cierto que el ritmo que logra es inconexo y el momentum que construye se rompe antes de poder ser propiamente ocupado. A Bride vive de esas características, pero también le evitan la grandeza.

Merece la pena ser vista, si solo para intentar entenderla.


Lo Mejor: Su última hora de metraje alcanza la excelencia.
Lo Peor: Nanami no es tan interesante como para justificar 3 horas dedicadas a ella.

Calificación: 7.5

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una película tan incomprensible como aburrida. Dan ganas de liarse a bofetadas con todos los actores jóvenes, tan insustanciales como la misma realidad japonesa. Ni una sola crítica social. Puro vacío existencial.

Martin dijo...

Hayo que es una película que hay que saber llevar. Algunas cosas que no son claras. Por ejemplo si todo esta armado desde el principio de la película. Concuerdo que es demasiada larga pero de la mitad para adelante es donde se desarrolla la mejor parte. Me gustó y creo que es la forma del cine japones. No toda película debe reflejar el existencialismo. Quizás un poco de vuelo para el cine no viene mal.