miércoles, 2 de diciembre de 2015

Crítica: The Last Five Years


Como ya es costumbre, yo siempre llego tarde a todas las fiestas. En este caso, la fiesta es un extraño musical minimalista con mi adorada Kendrick al frente. Mejor tarde que nunca, cierto? ¿cierto?

Argumento: Jamie es un novelista en ascenso. Cathy es una actriz que lucha por encontrar éxito. A traves de canciones intercaladas en una linea de tiempo atemporal, la película muestra las luces y las sobras de su relación durante los últimos 5 años.

Visión General: Por regla general me encantan los musicales. También por regla general prefiero aquellos que intercalan acción hablada con canciones en lugar de limitarse a solamente cantar, pues incluso para mí puede acabar siendo tedioso y redundante (Te miro a ti, Les Miserables; me encantas, pero demasiado es demasiado). Además hay que sumar a esto que, en musicales con un numero casi infinito de números, las canciones acaban sonando demasiado similares una a otra, se pierden (hey, hola de nuevo, Les Miserables).
The Last Five Years es, sin embargo, una interesante y bienvenida excepción. The Last Five Years representa un estilo de musical casi minimalista en su puesta en escena, pero que gana un nivel increible de profundidad y complejidad en sus canciones siempre cambiantes y transformantes, en su estructura no lineal y en las actuaciones de dos protagonistas con un nivel altísimo de talento. The Last Five Years es un musical diferente, especial, que no es para todos pero que puede serlo si dejas los prejuicios contra las canciones y te centras en las emociones.
Porque, en el fondo de una historia conocida y unos personajes conocidos, existen tambien unas emociones que, si es cierto también bastante conocidas y exploradas, son reales. Tiene corazón esta película, tiene alma fuerte donde le falta una cara especial, tiene alma sencilla pero hasta cierto punto virtuosa en contrapunto con unos trajes que no pueden dar más de su tela roída. Las obras maestras quedan lejos, inalcanzables, pero se vuelven también peores y ajenas, algo que no le pasará nunca a una película tan humana como The Last Five Years.


Actuaciones: Desde otro punto de vista, The Last Five Years puede resumirse como el duelo interpretativo de Anna Kendrick, una de las actrices de moda actuales que junta gran carisma con talento para actuar, y Jeremy Jordan, actor de Broadway que tiene una voz inmensa y una bella sonrisa. No creo que se ajusto declarar a ningun ganador de la pelea, pero si son ambos ganadores de su propia batalla personal, pues demuestran un alto nivel: son creibles, tiene química y transmiten satisfactoriamente las contradicciones que supone una película que cuenta su historia al derecho y al revés, al mismo tiempo. Kendrick y Jordan cantan hermoso, por cierto.

Guión y Dirección: Aunque el guión este firmado por el director de la película, Richard LaGravenese, un portentoso guionista que nunca ha acabado de convencer como director, he de decir que el crédito de la historia pertenece completamente a Jason Robert Brown, el escritor y compositor de la obra musical original y cuya historia, escencia, y sorprendentemente variada composición llegan casi intactas al cine. En ese sentido la aportación de LaGravenese es menor, limitándose a darle visual a una obra que, originalmente, carecía de ella; no es un trabajo fácil, y en momentos la producción podría funcionar mejor con un poco menos de movimiento en el fondo, pero funciona, y por eso su dirección resulta también buena.

Escena: Cada canción es una escena. Cada escena es una canción. Todas son diferentes y especiales, y crean una variedad de atmósferas a veces contradictorias una con la otra pero todas ellas de un gran valor y mérito. Si tengo que elegir una, entonces, deberé elegir la primera canción, Still Hurting, si solo por la cara de absoluto dolor y destrozo con la que carga Kendrick la escena.

Conclusiones: The Last Five Years me ha gustado, y mucho. Es una pequeña película imperfecta pero que, entre sus imperfecciones, esconde la belleza del amor y el dolor cotidiano. No es una película que cambie el mundo, pero si una que se dedica a explorar UN mundo de una forma íntima que pocas películas actuales se atreven a usar. Se aplaude su historia. Se aplaude sus canciones. Se apalude sus actuaciones. Se ignoran sus errores para quedarse con sus virtudes. Y se disfruta.

Lo Mejor: Kendrick, Jordan y las canciones.
Lo Peor: Algunas escenas / canciones se pueden sentir demasiado largas o demasiado forzadas.

Calificación: 8.5

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